Administración desleal en Empresas:
- DS Registral
- 16 abr
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Actualizado: 1 jun
¿Qué Debemos Saber?
En el entorno corporativo, la confianza en quienes dirigen una empresa es clave para su éxito y sostenibilidad. Pero ¿qué ocurre cuando esa confianza es traicionada desde dentro? Los delitos de gestión representan una amenaza silenciosa, pero potencialmente devastadora para las empresas y sus socios.
Entre estos delitos, uno de los más relevantes y frecuentes es la administración desleal, una figura que cobra cada vez más importancia en el ámbito legal y empresarial.
¿Qué son los delitos de gestión?
Se trata de conductas delictivas cometidas por quienes tienen la responsabilidad de administrar o representar a una empresa. Estos delitos se producen cuando los directivos, gerentes o miembros del directorio utilizan su cargo para beneficio propio o de terceros, en perjuicio de la sociedad, sus socios o acreedores.
Entre los más conocidos se encuentran:
Administración desleal
Apropiación indebida
Falsedad documental
Fraude societario
Corrupción entre particulares
El caso de la administración desleal
La administración desleal ocurre cuando alguien con poder de decisión sobre el patrimonio de una empresa actúa con abuso de confianza, disponiendo de bienes o tomando decisiones que perjudican a la sociedad. Esto puede incluir desde desvíos de fondos hasta contratos innecesarios o malintencionados.
Base legal en Perú: Artículo 198 del Código Penal: Pena para quien abusa de su posición de administración en perjuicio del titular del patrimonio. Ley General de Sociedades (Ley N.° 26887): Los artículos 171 y 172 regulan los deberes de diligencia y lealtad de los administradores.
Ejemplos comunes de delitos de gestión:
Transferencias de dinero a cuentas personales
Firma de contratos que comprometen el futuro financiero de la empresa
Manipulación de balances o estados financieros
Ventas de activos subvalorados a empresas vinculadas
Ocultamiento de información a los socios o inversionistas
Consecuencias legales
Los delitos de gestión pueden derivar en:
Responsabilidad penal: Prisión, multas y antecedentes penales
Responsabilidad civil: Indemnización por daños y perjuicios
Remoción del cargo: Pérdida inmediata de representación y administración
Deterioro reputacional: Pérdida de confianza por parte de socios, inversores y clientes
¿Cómo prevenir estos delitos?
Implementar auditorías internas y externas periódicas
Establecer mecanismos de control y gobierno corporativo
Incluir cláusulas de responsabilidad en los contratos societarios
Capacitar al personal directivo en ética empresarial y compliance
Revisar periódicamente los poderes y facultades otorgadas
Conclusión
Los delitos de gestión no solo afectan el patrimonio de una empresa, sino que comprometen su futuro y la estabilidad del ecosistema empresarial. Prevenirlos requiere vigilancia, ética, y un sólido marco normativo.
Una empresa protegida es una empresa sostenible.
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